Editorial

Tegucigalpa, la más contaminada

El Distrito Central alcanzó ayer un récord nada envidiable. “La concentración de PM2.5 en Tegucigalpa es actualmente 19.6 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS”, informó en su página web el sitio especializado en clima IQAir.

Con una medida de 233, la capital hondureña pasó de tener un aire “perjudicial” a “muy perjudicial” en un lapso de apenas 24 horas, apuntó. La calidad del aire es mala desde hace muchos años en las grandes metrópolis, en las que la contaminación alcanza niveles alarmantes. En Honduras, era un problema que mirábamos pasar de largo, pero que hoy en día nos está golpeando fuerte, a tal grado que Tegucigalpa se colocó ayer en la cabeza de la lista de las ciudades más contaminadas del mundo, incluso de grandes urbes industrializadas en el continente asiático.

La situación es realmente grave y demanda de acciones urgentes de parte de las autoridades sanitarias, que son las llamadas a impulsar y coordinar planes encaminados a enfrentar la problemática, teniendo la preservación de la salud de sus pobladores como eje principal. Los efectos son visibles y devastadores: las atenciones por enfermedades respiratorias se han disparado en los centros de salud y hospitales, mientras que en la zona sur se reporta la muerte de casi una decena de personas por causas relacionadas con las altas temperaturas que afectan la región.

Es cierto que las causas de la contaminación del aire son diversas, pero los especialistas y las mismas autoridades sanitarias saben cuáles son las más frecuentes: el crecimiento del parque vehicular y los incendios forestales, entre las principales.

Este es un problema que merece una atención urgente y acciones decisivas por parte de gobiernos, empresas y ciudadanos, cada uno asumiendo sus responsabilidades y acciones para asegurarnos el derecho a respirar aire limpio y seguro