Columnistas

¿Y el Partido Liberal?

El Partido Liberal de Honduras fue probablemente el más grande del país hasta junio de 2009; desde entonces ha caído en un bache del que creo que muchos pensaron que se levantaría más pronto que tarde como uno de los grandes, pero no ha sido de esa manera. Electoralmente ha quedado relegado a un tercer puesto, muy lejos de los dos partidos dominantes de la actualidad, y desde el punto de vista mediático, me atrevería a afirmar que se encuentra detrás incluso de PSH, aunque esto último es solamente mi percepción y puedo estar equivocado, pero le dejo la idea para que la piense.

Esta época en la que el Partido Liberal ha vivido uno de los momentos más duros de su historia ha coincidido con una de las etapas más agitadas de la política nacional, creería que el Partido Liberal se ha encontrado con la oportunidad de ser la otra opción, quizá la más amigable para un electorado poco conforme e indeciso, sin embargo, no han sabido capitalizar ese hecho en votos ni en posiciones que le permitan ser el pescador en el río revuelto.

Habrá que ver el comportamiento de la población en las próximas elecciones, y sobre todo el accionar del Partido Liberal. Si quiere recobrar un poco de sus fuerzas, tendrá que aprovechar el desgaste que tuvo el Partido Nacional en el pasado decenio (tan grande fue que con la magnitud de su estructura perdieron las últimas elecciones) y el desgaste natural que está teniendo Libertad y Refundación en la actual administración; pero debe salir a buscarlos, porque los inconformes de un lado y del otro no van a correr a buscar el Partido; debe presentarse como esa otra opción.

Creo que los próximos comicios serán los más determinantes de la historia reciente del Partido Liberal, o bien pueden ser su salvación o bien pueden ser su condena. Para que sean su salvación no necesita más que acercarse un poco al volumen de votos del Libertad y Refundación y del Partido Nacional, es decir, como parte del proceso le basta acortar la distancia que los separa. Pero si se aleja, aunque sea un poco más, creo que será difícil pensar en un panorama positivo, por lo menos en el mediano plazo.

En otras palabras, no puede darse el lujo de alejarse de sus competidores, ni en votos totales ni porcentualmente ni perdiendo alcaldías o puestos en el Congreso Nacional. Es necesario que lo logre con una imagen revitalizada, porque los liberales que se fueron no volverán, es necesario hacer nuevos liberales.Y desde mi punto de vista el Partido Liberal tiene una enorme ventaja como dispositivo político, pero que si no se maneja correctamente le puede jugar en su contra: se mueve muy bien entre las ideas más progresistas y las conservadoras.

En un país tan polarizado esta puede ser la clave no solo de su recuperación como ente, sino de la salud política y democrática del país, que es al fin y al cabo lo que busca la esencia de cada partido político. Creo que a ese equilibrio es que debe jugar.Dudo mucho que en Honduras surja otra corriente política disruptiva (digo otra porque para mí Libre lo ha sido, rompió un bipartidismo más que centenario), es más probable que las otras miradas políticas surjan de lo ya existente, y uno de los primeros llamados es el Partido Liberal con fuerzas democráticas e ideas renovadas. Puede que sea un camino largo, pero si se tiene paciencia es seguro que como entidad política tendrá alguna oportunidad