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La mentira disfrazada también es mentira

La mentira es tan vieja como la humanidad, pero hubo tiempos en que era reprobada y castigada. Ahora los que fueron bulos se llaman “fake news”, y los repiten con descaro personajes que pueblan las abrumadoras redes sociales y los tradicionales medios de comunicación, y nadie los señala como farsantes compulsivos.

Los mentirosos habituales los conocemos con nombres y apellidos, están en la política, en supuestas organizaciones sesgadas de sociedad civil, en el enjambre de presuntos “alistas” desinformados e incultos, entre señorones y señoronas insolentes que sueltan patrañas sin el menor remordimiento, como si no los conociéramos.

“La primera víctima en una guerra es la verdad”, dijo Esquilo como 500 años antes de nuestra era, quien luchó contra los persas en Maratón y en Salamina, y ni él escapó de la vaguedad informativa, pues, cuenta la leyenda que murió por el golpe de una tortuga que un águila soltó al confundir la cabeza calva del dramaturgo griego con una roca.

En esta guerra incesante que ciertos grupos con poder y muchos intereses libran contra el gobierno desde que se instaló, con el ánimo declarado de desprestigiarlo y derrumbarlo, todo se vale: la media verdad, la media mentira, la mentira oficiosa, mentira negra, mentira intencionada, y muy muy lejos, la mentira piadosa, aunque parezca mentira.

Y desde el lado mentiroso también acusan al gobierno de mentir -claro está, es una guerra- y, no importa si es oficialista o no, es fácil exhibir al falsario y al calumniador, porque lo normal es que carezca de argumentos y pruebas, tergiversa o se inventa datos sólo para despotricar con abyección y sin piedad.

Que los políticos son mentirosos lo hemos escuchado siempre, y los que ahora se están matando entre sí, pronto harán causa común, como dice el refrán: “Donde dije digo, digo Diego”, y los que ahora son correligionarios tal vez luego se estén desgreñando. Todo pasa y todo queda.

Pongamos como ejemplo a la ASJ, ¿es de la sociedad, es justa o es sólo asociación? Pero, durante el gobierno anterior guardó un impresionante silencio, y no es que estuvieran mudándose al magnífico y millonario edificio que construyeron, que ya quisieran otras oenegés que llevan años luchando contra todo.

No era raro que los directivos de ASJ posaran muertos de la risa con el presidente Juan Orlando Hernández, o que integraran comisiones oficiales, en fin, que a pesar de los inocultables casos de corrupción y narcotráfico, lucieron una lastimosa indulgencia. Ahora, es lo contrario, guerrean contra el gobierno hasta acomodando cifras, según los acusan, para cumplir su misión.

La expresión italiana “Se non è vero, è ben trovato”, atribuida al astrónomo Giordano Bruno, se traduce como “si no es verdad, está bien compuesto”, sirve para justificar que aunque algo no sea cierto, si está bien armado, debería de serlo, y este es el sórdido afán de los mentirosos.