Honduras

¿Qué es el polvo del Sahara y cómo afectará la salud de los hondureños?

Una masa de polvo proveniente del Sahara está por ingresar al territorio hondureño, un problema más que afectará los pulmones de los capitalinos
08.05.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con sus finas partículas en el aire, el polvo del Sahara puede provocar enfermedades respiratorias y oculares en los hondureños, quienes enfrentan una nueva problemática con su llegada, pues el país ya se encuentra en alerta por una capa de humo.

El polvo del Sahara, también conocido como la calima, es una masa de aire cargada de partículas de polvo y arena, la cual ha atacado en años anteriores el territorio hondureño.

En las últimas horas, han advertido que este fenómeno afectará al país, por lo que muchos se preguntan ¿cuándo ingresará el polvo del Sahara a Honduras? Generalmente, junio, julio y agosto son los meses en donde se ve un aumento significativo en las cantidades de arena fuera del Sahara.

Expertos del tema estiman que a partir del mes de julio, este polvo estaría llegando a México y posteriormente llegaría a Honduras y el resto de Centroamérica.

Cabe mencionar que cada año el Sahara desprende arena que luego emprende un largo viaje a través del océano Atlántico para acabar en territorios de otros continentes.

Ingreso de polvo del Sahara se suma a bruma y humo en el Distrito Central

Nueva problemática para el país

Este fenómeno puede tener efectos en la calidad del aire, la salud humana y el clima, el cual puede causar problemas respiratorios y afectar la visibilidad.

En ese sentido, el hecho de inhalar este polvo puede tener varios efectos negativos en la salud, especialmente para personas sensibles o con condiciones respiratorias preexistentes.

La fatiga y sensación de debilidad, son las principales molestias que puede presentar en su cuerpo, pues el ingreso de estas finas partículas es algo extraño para su cuerpo.

¿Qué problemas puede presentar?

Las partículas finas pueden ser inhaladas profundamente en los pulmones, irritando las vías respiratorias, lo que puede causar tos, irritación de la garganta y congestión nasal.

En el caso de las personas con asma, bronquitis u otras condiciones respiratorias crónicas, inhalar este polvo puede provocar exacerbaciones de los síntomas, como dificultad para respirar, sibilancias y opresión en el pecho.

Con respecto a los problemas oculares, las partículas de polvo pueden irritar los ojos, causando enrojecimiento, picazón y sensación de quemazón.

Asimismo, las personas que presentan alergias al polvo pueden desencadenar síntomas como estornudos, secreción nasal, picazón en la piel y dificultad para respirar.